Los automovilistas de Segovia han podido ver un Seat Ateca circulando por un carril habilitado solo para él. Era una prueba de coche conectado con un ancho de banda 5G a las señales de tráfico en una situación de tráfico real en una ciudad convertida en laboratorio de la nueva tecnología de la mano de Seat, Telefónica, Ficosa, Nokia y SICE. Un Seat Ateca preparado especialmente para la prueba con un programa informático de reconocimiento de señales de tráfico convertidas en inteligentes por la empresa SICE y de notificación de advertencias basadas en un módulo de comunicaciones fabricado por el proveedor Ficosa que se conecta y transmite con tecnología 5G de Teléfonica en una plataforma controlada por Nokia y que permite a los vehículos y a los semáforos y a las señales 'hablar' entre ellos.

El conductor del Seat Ateca utilizado en esta prueba de coche conectado y de 'smart city' no tiene que estar pendiente de cuando un semáforo que esta en rojo cambia a verde para reanudar la marcha porque el vehículo le avisa poco antes de que llegue ese momento gracias a la información facilitada por la infraestructura vial.

Funciones de asistencia al conductor con 5G

El coche conectado a las señales de tráfico también avisa al conductor si tiene que frenar porque no le va a dar tiempo a pasar un cruce porque el semáforo está a punto de cambiar de verde a rojo. Además, el sistema también advierte de la presencia de peatones en la calzada gracias a una cámara que está instalada en el semáforo, no en el vehículo. Uno de los secretos para el despliegue de los coches conectados plenamente con otros vehículos y con la infraestructura es la calidad de las comunicaciones. La red basada en un protocolo que está justo antes del 5G permite muchas funcionalidades de conducción asistida, y se irá avanzando "hacia la conducción cooperativa y la conducción autónoma", según explica Mercedes Fernández, gerente de innovación de Telefónica España.