Para cualquier empresa, hacerse con un vehículo nuevo supone una inversión excesivamente elevada que puede llegar a condicionar sus cuentas. Por eso, tanto a la hora de ampliar como de actualizar la flota, siempre pueden recurrir a las furgonetas de ocasión, que le prestarán el mismo servicio que una nueva, con la particularidad de adquirirla a un precio más económico y con la garantía de que vaya a satisfacer sus necesidades en todo momento.

El coste de la misma dependerá de una serie de factores como pueden ser los kilómetros, el año de matriculación, el modelo, marca o el tamaño. Es importante que antes de decidirte por una opción determines la horquilla de precios en las que podrás moverte, y en base a eso puedes escoger la solución que más se ajuste a tus demandas de entre una amplia variedad de alternativas.

¿Qué tener en cuenta al hacerme con una furgoneta de ocasión?

La adquisición de un vehículo de empresa o industrial exige una profunda valoración. No hay que decantarse por la primera propuesta que nos hagan llegar. Para acertar con nuestra elección habrá que tener en cuenta una serie de factores.

  • Define tus necesidades: es importante que el usuario tenga claro el uso que se la dará a la furgoneta, el tipo de cargas que transportará, el espacio de almacenamiento que necesitará y los kilómetros que hará en carretera. Una vez que resuelva estas cuestiones resultará más sencillo encontrar aquello que precisas.
  • Valore el espacio de carga necesario: en función del tipo de negocio o de empresa, el tipo de material a transportar variará. Y eso influirá también en el espacio de almacenamiento del vehículo. Se trata de elegir una opción que se ajuste a las necesidades del trabajador, sin quedarse cortos en cuanto a las dimensiones, pero tampoco sin excederse, ya que también supondría una pérdida hacerse con una furgoneta demasiado voluminosa a la que no se le saque rendimiento.
  • Escoger el tamaño correcto: además de reparar en la capacidad de carga también hay que fijarse en el tamaño del vehículo. Para maniobrar en espacio reducidos o estacionar en zonas de difícil acceso, lo conveniente sería decantarse por una furgoneta más pequeña, pero si lo que demandamos es una mayor superficie de almacenamiento y carga, la opción más conveniente sería un vehículo industrial más grande.
  • Busca comodidad: las furgonetas suelen estar equipadas con asientos confortables y buena suspensión, lo que facilitará la labor del conductor que tenga que permanecer varias horas en ella. En función del tipo de transporte puede interesarte que tenga aperturas correderas en los laterales para que la carga y descarga se efectúe con más rapidez.
  • Aporte seguridad: los vehículos industriales están pensados para soportar una carga pesada, garantizando una total protección tanto al personal como al material o equipos transportados. Nunca está de más que vayan equipados con sistemas de seguridad avanzados, como cerraduras de seguridad o sensores de movimiento.
  • Consumo de combustible: en función del número de kilómetros, de los trayectos que vaya a realizar y del tipo de transporte, el cliente debe decantarse por un tipo de combustible u otro. Calcula el número aproximado de kilómetros que harás al mes y si únicamente te moverás por entornos urbanos. De esa manera podrás hacerte una idea aproximada de lo que más te conviene entre gasolina y diésel.

Consejos antes de comprarla

A la hora de hacerse con una furgoneta de transporte es importante que reparemos en su capacidad para prestarnos el servicio que demandamos. Al final, el coste del vehículo quedará condicionado al rendimiento que se le pueda sacar y al uso que se le dé con el tiempo.

Antes de dar el paso de adquirirla de ocasión es preciso fijarse en una serie de detalles. Ya se sabe que la primera impresión siempre acaba resultando importante. Y más allá del aspecto exterior, nos referimos también a la comodidad y sensaciones que nos aporte al sentarnos en ella. Arranca la furgoneta y escucha el motor, además de testear otros aspectos que puedes considerar de esenciales como subir y bajar las ventanillas, abrir puertas o que el proceso de cambio de marchas se realice sin incidencias.

Esto no significa que también haya que concederle una cierta relevancia al exterior. De hecho, resulta necesario comprobar el estado de la chapa y que el chasis no esté tocado fruto de algún posible siniestro. Cuanta más información puedan facilitar sobre los daños sufridos por el vehículo, más conclusiones se podrán extraer de él. Otro aspecto en el que ponemos mucha atención es en los kilómetros de la furgoneta. Para comprobar que se trata de un vehículo que merece la pena sería conveniente probarlo, hacer unos kilómetros y analizar que tanto los frenos, como el embrague, dirección y neumáticos se encuentren en buen estado. Además, el motor no debe realizar ruidos extraños.

No obstante, las empresas de venta de vehículos de segunda mano solo ofrecen aquellas unidades que han superado un minucioso control de calidad, garantizando al cliente una compra segura y fiable.

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