El Renault Espace es uno de esos modelos con una larga historia. Nació en 1984 como pionero de los monovolúmenes y durante décadas fue el referente europeo del coche familiar por excelencia. Pero los tiempos cambian: los monovolúmenes han caído en desgracia y la moda SUV lo ha engullido todo. La última generación del Espace, fabricada en Palencia, ya viró hacia un formato crossover con aires de todocamino, y para 2025 Renault aplica una actualización profunda que pretende afinar diseño, tecnología y eficiencia. Hemos probado a fondo durante varios días la actualización del Renault Espace (un modelo que ganó el Premio Best Car Coche Global).
Valoración Renault Espace 2025: diseño, 7,5; interior, 8; motor, 8,2; conducción, 7; global, 7,67
Lo mejor de Renault Espace 2025
1. Espacio y modularidad: el espíritu Espace sigue vivo
Si algo no ha perdido este modelo es la amplitud. Delante y detrás se viaja con verdadero confort, con buena altura, banqueta deslizante 22 cm, respaldos reclinables en varios ángulos y un maletero gigantesco en configuración de cinco plazas. La tercera fila —opcional— sigue siendo para usos puntuales, pero el acceso está bien resuelto y la modularidad, impecable.
2. Nuevo diseño más limpio y moderno
Renault ha renovado más de un tercio de la carrocería. Nueva parrilla, ópticas inspiradas en el Rafale y pilotos con efecto tangram dan un aire más tecnológico y elegante. El resultado: un crossover estilizado, menos “monovolumen clásico” y mejor integrado en la nueva imagen de Renault.
3. Un interior realmente agradable
El habitáculo rezuma calidad: mejores plásticos, tapicerías más logradas, salpicadero bien construido y la conocida doble pantalla openR que combina rapidez, claridad y botones físicos para funciones clave. La novedad del techo Solarbay —casi 2 m² y con varios modos de opacidad— aporta luminosidad y un toque premium difícil de ver en el segmento.
4. Tecnología útil y abundante
Reconocimiento facial del conductor, Google integrado, nuevas ayudas a la conducción (32 ADAS), avisos de fatiga con cámara, seguridad activa de última generación y el práctico 4Control Advanced, que gira las ruedas traseras para mejorar maniobrabilidad. El Espace 2025 está cargado de tecnología, pero sin resultar abrumador.
5. Consumo razonable para su tamaño
Renault promete 4,8 l/100 km WLTP con el nuevo sistema híbrido de 200 CV. En nuestra prueba real, el consumo acumulado rondó los 6 l/100 km, una cifra muy respetable para un coche grande y pesado. En ciudad se mueve en eléctrico con frecuencia, y la eficiencia global es buena.
Maletero del Renault Espace 2025
Lo peor de Renault Espace
1. Un motor que sigue siendo ruidoso
Aunque Renault asegura haber mejorado la insonorización, el sistema híbrido mantiene un ruido notable en ciertas situaciones: arranques del térmico, aceleraciones a 90–100 km/h o momentos en los que el motor entra a generar energía.
No es dramático, pero desentona en un coche de vocación viajera y ambiente refinado.
2. El 80% de conducción eléctrica… sólo sobre el papel
La marca afirma que puede circular hasta un 80% del tiempo en modo eléctrico en ciudad.
Nuestra realidad, tras varios cientos de kilómetros entre autopista, carretera y urbe: 38% de uso eléctrico.
Es decir: eficiente sí, mágico no.
3. Prestaciones correctas, pero sin emoción
Los 200 CV combinados ofrecen un empuje suficiente, pero no especialmente brillante. El 0–100 en 8,8 s está en la media y la caja multimodo —ahora más suave— sigue priorizando eficiencia frente a sensaciones.
4. Siete plazas… con maletero mínimo
Si despliegas la tercera fila, el enorme maletero desaparece. Queda espacio para un par de mochilas o una maleta de cabina. Es la norma en el segmento, pero conviene tenerlo claro.
5. Precio elevado frente a alternativas
La gama arranca en algo más de 40.000 euros y llega a cerca de 47.000–49.000 euros en versiones de 7 plazas y acabado iconIc. Bien equipado, pero en un territorio donde muchos SUV generalistas presionan fuerte.
La conclusión de nuestra prueba a fondo es que el Renault Espace 2025 es una puesta al día inteligente: más refinado, más tecnológico y más eficiente. Mantiene su razón de ser —espacio y confort familiar— mientras se adapta a los gustos SUV del mercado. No es el más silencioso ni el más barato, y su tercera fila sigue siendo para ocasiones especiales, pero como coche familiar de largo recorrido convence por funcionalidad, amplitud, consumo y equipamiento. No es un monovolumen como los de antes, pero quizá es la forma que necesita el Espace para seguir vivo.