Miles de coches han sido inmovilizados en los últimos días en Estados Unidos por temor a que sus airbags, fabricados por la desaparecida empresa japonesa Takata, exploten en caso de accidente.

La alemana BMW ha sido la última empresa que ha pedido a 90.000 conductores que no utilicen sus vehículos porque los airbag Takata con los que fueron fabricados son defectuosos y no han sido reparados a pesar de varias llamadas a revisión.

El aviso de BMW afecta a los modelos de la Serie 3 de los años 2000 a 2006, de la Serie 5 de 2000 a 2003, y X5 de los años 2000 a 2004. En un comunicado, BMW advirtió a los propietarios de estos automóviles de que, ante "la seriedad de la situación", se ha decidido pasar de la llamada a revisión a la petición de no utilizar las unidades afectadas.

Muertes por los airbags

Esta decisión de la marca germana se produce poco después de que Ford llamase a revisión a 231.942 unidades del modelo Ranger de los años 2004 a 2006 también por problemas con los airbags de Takata. En el caso de Ford, aunque los vehículos afectados fueron reparados en el pasado para solucionar el problema con los airbag, las piezas reemplazadas "pueden haber sido instaladas de forma incorrecta", dijo el fabricante en documentos presentados ante las autoridades estadounidenses.

Takata fabricó millones de airbags con una pieza defectuosa, el inflador que permite que la bolsa se llene de aire y amortigüe el impacto de los ocupantes del vehículo. Los airbags defectuosos se instalaron en millones de vehículos de numerosas marcas en Estados Unidos.

El defecto hace que, en determinadas circunstancias, el airbag explote en el momento en el que se despliega, lo que ha causado, sólo en Estados Unidos, al menos 25 muertes y unos 400 heridos. En febrero, Honda también solicitó a los propietarios en Estados Unidos de unos 8.500 vehículos de las marcas Honda y Acura que dejasen de utilizar sus automóviles por el riesgo que suponen para sus ocupantes.