McLaren celebró la victoria de Daniel Ricciardo en el GP de F1 de Italia tuneando uno de sus deportivos de calle. Los ingenieros de la división McLaren Special Operations tuvieron, en realidad, poco trabajo porque el modelo escogido, el McLaren 720S Spider, ya es en sí mismo lo más parecido a un Fórmula 1 para la carretera. Bastó con algunos detalles con el número 3 del piloto y con el color azul del monoplaza de competición. Nosotros hemos tenido la oportunidad de subirnos a un coche como el dedicado a Daniel Ricciardo o como el que también tiene Lando Norris. Sujetaos bien al asiento porque arrancamos la prueba del McLaren 720S para la sección Car Review & Rating de Coche Global

Al llegar al concesionario de la marca británica situado en L'Hospitalet de Llobregat llaman poderosamente la atención los colores que salpican el escaparate. Hay uno que está reservado para mi. Es un brillante 720S Helios Orange, una de las variedades del naranja más característicos de la firma. Acostumbrados a probar coches de calle y cada vez más electrificados, este coche deportivo supone la oportunidad de disfrutar de lo mejor de una marca muy 'petrolhead' que nació en 1985 gracias al entusiasmo del piloto Bruce McLAren, que en 1963 creó una escudería para competir en los circuitos que fue creciendo y ganando popularidad.

La liga de los superdeportivos

Pero, a pesar de los llamativos colores, el 720S no necesita de artificios para hacerse notar en cualquier lugar, en las calles de la ciudad, en una carreterita de un pueblo o en la autopista. Este deportivo ha nacido para ser una estrella, tanto por su espectacular diseño como por su mecánica. Nosotros hemos optado por diseñar un recorrido mixto que incluye recorrido urbano, carreteras secundarias y autopista. Nos faltó un circuito cerrado para probar sus prestaciones al límite. Pero nos conformamos con sentirnos como Norris o Ricciardo por un día aunque sea de paseo. 

Tras abandonar las instalaciones de McLaren, recorremos las calles amplias del polígono Pedrosa de L'Hospitalet y las inmediaciones de la feria de Gran Via. Tras encender el poderoso motor de 720 caballos de potencia y recorrer los primeros metros, me di cuenta de lo que llevaba entre manos. Un auténtico 'hypercar' que juega en la liga de las más poderosos, como Lamborghini y Ferrari. Conducía un superdeportivo que se vende a partir de 320.000 euros y que habitualmente vive escondido en los garajes de adinerados coleccionistas o fans de la velocidad esperando una oportunidad para demostrar su valía. 

Carruaje para la iglesia románica

Nosotros pudimos darle un desahogo a este McLaren 720S con un recorrido de 130 kilómetros hasta el lago de Banyoles y la iglesia de Santa Maria de Porqueres, una joya románica declarada como monumento nacional. Fue un diálogo de monumento a monumento entre la pequeña iglesia y el gran superdeportivo. Hace 1.000 años, los potentados de la zona acudían al templo en los carruajes más lujosos. Nosotros fuimos en un carruaje que muestra el grado de refinamiento alcanzado con los motores de combustión interna ahora que parece que se ha iniciado la cuenta atrás para su desaparición. 

La marca destaca, en la descripción de este modelo, la "visibilidad incomparable gracias a los exclusivos arbotantes acristalados que también acentúan la pureza aerodinámica del diseño y aumentan la carga aerodinámica". Arbotantes como los que se empezaron a ver en los templos católicos al final del románico y, especialmente, en el gótico con el fin de aligerar las estructuras. Precisamente, en nuestra prueba hemos podido comprobar que bajo una apariencia robusta, potente y afilada se esconde un superdeportivo ligero como un coche familiar de calle. Solo 1.332 kilos gracias a un concienzudo trabajo de los ingenieros de McLaren para reducir peso en cualquier elemento y rincón con un monocasco y numerosos componentes de fibra de carbono.

Ligero como un coche familiar

Esa ligereza se logra a pesar de que este superdeportivo alberga el mecanismo para abrir y cerrar el techo abatible en solo 11 segundos a una velocidad máxima de 50 km/h que se queda un poco corta en algunas circunstancias. Según el fabricante, pesa 88 kilos menos que su competidor más directo y 49 kilos más que la versión coupé con techo fijo del 720S. 

El peso reducido es una de las virtudes más codiciadas en el mundo de los 'hypercars' que se nota de forma directa en la maniobrabilidad y el rendimiento de su motor, que no es precisamente pequeño. Bajo las branquias de ventilación de la parte trasera se encuentra un V8 biturbo de cuatro litros que alcanza los 720 CV y un par motor de 770 Nm. La combinación de su elevada potencia junto con su aerodinámica refinada y su peso liviano le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos. Aunque no pudimos probar el modo de lanzamiento para circuito, sí damos fe de la gran pegada inicial y prodigiosa aceleración posterior al pisar a fondo el pedal.

El gruñido del motor se aprecia desde el modo de conducción 'más relajado' y sube de intensidad en el deportivo y, por supuesto, en el 'track' para circuito. Ese sonido característico se nota desde fuera y también desde dentro a pesar del aislamiento acústico. El McLaren 720S Spider no es un monovolumen o una berlina familiar que prioriza el confort. Aunque para Ricciardo y Norris sí sea un coche de paseo, para un 'piloto' como yo aficionado a ver sus carreras desde la grada o por televisión, hay que acostumbrarse a la dureza de la suspensión deportiva, que en los primeros kilómetros puede ser algo molesta.

La pantalla no es el centro

Pero ese hándicap queda relegado a un segundo plano con las sensaciones de potencia y velocidad que se transmiten a través del volante. Por cierto, un volante sigue la tradición pero que,para mi gusto, resulta demasiado fino y con un tacto peculiar por su recubrimiento de alcántara.   

En su interior, el centro es el volante y el salpicadero digital, a diferencia de otros deportivos competidores que optan por los velocímetros analógicos. Sin embargo, el habitáculo de McLaren 720S es espartano, aunque con materiales de calidad. Su pantalla para controlar el navegador, el sonido y el aire acondicionado es pequeña para lo que se ve habitualmente en los coches de calle convencionales al tener 8 pulgadas. Pero este coche no pretende ser un Tesla con una pantalla de 15 pulgadas como una tela. El conductor del McLaren recibe otros estímulos e impulsos.  

Vamos a señalar, casi por curiosidad, el consumo registrado por el McLaren 720S en nuestra prueba. Fueron 11,4 litros, una cifra alta para los coches habituales pero baja para un bólido como este, lo que habla a favor de la eficiencia del motor de gasolina.


​Valoración del McLaren 720S: diseño 8,5; interior 7,8; motor 9; conducción 8,8; global 8,52.