Otra vez. El plan PIVE se acaba por quinta vez. Los 175 millones de euros de esta edición del plan de ayudas se esfumarán probablemente este mes como un azucarillo en un café debido a las compras retenidas que están aflorando. Las 60.000 unidades que quedan por adjudicar de las 175.000 de todo el plan se agotarán en unas semanas a juzgar por el intenso ritmo de matriculaciones que se mantiene al inicio de mayo.

La buscada estabilidad del marco de incentivos ha durado apenas cuatro meses desde el inicio de la aplicación del PIVE 5 a final de enero. Llegado el momento del próximo agotamiento de los fondos, es hora de negociaciones entre el sector y el Gobierno para aprobar una nueva dotación económica de un PIVE 6 con los argumentos habituales que destacan los beneficios que supone la inversión.

"La continuidad del Plan a lo largo de todo el año nos proporcionaría un mercado por encima de las 820.000 unidades, un escalón más hacia la recuperación del mercado español, que, en condiciones económicas y financieras normales debería situarse en el entorno de 1,2 o 1,3 millones de unidades. España y el automóvil deben aspirar a cotas más altas. Es el momento de acelerar la recuperación". Así intenta convencer al Gobierno David Barrientos, el responsable de comunicación de la Asociación de Fabricantes (Anfac).

El ministro Soria lanza un mensaje a Montoro

"Sin duda las ayudas a la compra de los programas de incentivo deben continuar hasta que la recuperación sea real a pie de calle y se sienta en los bolsillos de las familias". Es uno de los argumentos utilizados por Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la Asociación de Vendedores (Ganvam).

Incluso el ministro de Industria, José Manuel Soria, elogió, en un acto que reunió a la flor y nata del sector en la fábrica de Nissan de Barcelona, los efectos benéficos del PIVE al afirmar que no sólo incentiva el consumo del primer sector industrial, sino que también, "por qué no decirlo, mejora los ingresos de las arcas públicas". Un claro mensaje dirigido a su colega de Hacienda, Cristóbal Montoro.