El sector del automóvil observa con preocupación la evolución de los principales mercados. Las caídas de ventas de vehículos registradas en España y en los principales países europeos contrastan con las pevisiones de crecimiento económico del FMI y de otros organismos.  

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha decidido mejorar sus perspectivas de crecimiento para la economía española en 2019, hasta un incremento del PIB del 2,3%, lo que equivale a una revisión al alza de dos décimas con respecto al pronóstico del pasado mes de enero, al tiempo que ha confirmado su expectativa de que la economía crecerá un 1,9% en 2020.

España crecerá más

De esta forma, España ha sido el único país de las grandes economías de la eurozona que ha obtenido una mejora de sus perspectivas por parte del FMI para este año, según refleja la actualización de julio del informe 'Perspectivas Económicas Mundiales'.

Aparentemente, la mejora del crecimiento económico debería trasladarse al mercado automovilístico, que acumula un descenso del 5,7% en el primer semestre tras bajar un 8% en junio. Sin embargo, las matriculaciones de turismos bajarán este año un 3%, según las previsiones de BBVA Research y subirán un hasta un 4% en 2020. El sector del automóvil atribuye los descensos en las compras de vehículos principamente a la confusión y las dudas existentes sobre los carburantes y las restriciones de tráfico. 

Alemania, peor

La mala noticia del FMI es que los principales mercados a los que venden los coches producidos las fábricas españolas tendrán una evolución económica igual o peor de lo esperado hasta ahora. El crecimiento de Alemania para este año se ha revisado una décima a la baja, hasta el 0,7%, mientras que en 2020 será del 1,7%, tres décimas más. Francia se ha mantenido sin cambios, por lo que se prevé que crezca un 1,3% en 2019 y un 1,4% en 2020. De su lado, Italia incrementará su PIB un 0,1% este año, la misma cifra que la avanzada en abril, mientras que el pronóstico para 2020 se ha revisado hasta el 0,8%, una décima menos.

El organismo presidido de manera interina por David Lipton, ya que Christine Lagarde se encuentra inmersa en el proceso de nominación para ser presidenta del Banco Central Europeo (BCE), estima que el conjunto de la zona euro crecerá un 1,3% en 2019, sin cambios respecto al pronóstico anterior, y un 1,6% en 2020, una décima más. El alza del año que viene se producirá por la recuperación de la demanda externa y la disipación de factores "temporales", como las protestas en Francia o las nuevas normas de medición de emisiones contaminantes de vehículos, que afectaron a la industria automovilística alemana.