Cuando compras un coche, es probable que te hayas preguntado cuánto gana un concesionario, la marca, Hacienda y el ayuntamiento correspondiente. No es un negocio superlucrativo, pero tiene unos márgenes que no se pueden despreciar. Un informe de rentabilidad de la Asociación de Vendedores de Automóviles (Ganvam) da respuesta a la pregunta de cuánto gana un concesionario. La rentabilidad bruta media de un concesionario rondó el 2% de su facturación en el 2016, algo más que la obtenida en el 2015. Se trata de un nuevo año en positivo después de fuertes caídas sufridas en los años más duros de la crisis en los que no había plan Prever ni el 2000E anterior.

Los clientes particulares, la salvación

En esa rentabilidad contribuyen de forma diferente la venta de vehículos nuevos, de recambios y el taller. La mejora de las cuentas de los concesionarios ha sido posible gracias a que el mercado español ha pasado de unas 700.000 matriculaciones al año a 1,150 millones en 2016. Además de aportar volumen y facturación a los distribuidores, también les ha inyectado margen de beneficio, especialmente si se trata de coches vendidos a particulares. Ese margen bruto de ingresos sobre cada coche vendido fue del 8,8%, según los datos de Ganvam.

Empeoramiento en 2017

Pero este 2017 se preveía un empeoramiento de la rentabilidad de los concesionarios debido a la desaceleración de las compras por parte de los clientes particulares y el incremento del peso de las matriculaciones de flotas, con bastante menos margen de ganancias. Si a eso se añade el aumento del parque de coches de kilómetro cero debido a las automatriculaciones en auge, es muy probable que las ganancias vayan a la baja. En ese escenario, los ingresos por taller y recambios no pueden actuar como alternativa debido a que siguen perdiendo peso en el conjunto del negocio de un concesionario. Los propietarios alargan la vida de los vehículos y evitan los talleres.