Clicars nació en 2016 en un garaje en Manoteras (Madrid) con un millón de inversión. Al tercer año era rentable. Desde 2021 cotiza en bolsa a través de Aramis Group y actualmente la empresa es capaz de ofrecer a sus clientes hasta 200 millones de financiación.

El pasado año facturó más de 250 millones de euros, casi triplicando la cifra del año anterior (lo multiplicó por 2,7), con un crecimiento constante a lo largo del ejercicio. En el último trimestre, los ingresos ascendieron a 80 millones de euros, un 117% más que en el mismo periodo de 2020. Desde su nacimiento la empresa acumula 430 millones de facturación. 

Pablo Fernández, procedente del mundo de las finanzas, y Carlos Rivera, de la automoción son los fundadores de la empresa. Madrileños de 1980, se conocieron en Nueva York y dejaron sus rentables y seguros trabajos para embarcarse en una aventura que empezó siendo una startup, luego un unicornio y ahora es una de las primeras 500 empresas de España, la que más automóviles vende al año y tiene una plantilla de más de 600 trabajadores.

Centro de reacondicionamiento

Fernandez y Rivera aseguran que “hay aún mucho margen para crecer, pero tenemos que mantener el equilibrio entre rendimiento y rentabilidad”. Aunque los beneficios se reinvierten en la empresa. 

La clave del negocio de Clicars es la facilidad de uso y la garantía de sus productos. Todas las gestiones se hacen on line y la entrega se hace en el domicilio, la mitad financian la compra a través de la propia Clicars con los acuerdos que tienen con diferentes bancos.

La empresa cuenta con una nave de 90.000 metros cuadros en Madrid donde todos los vehículos que venden pasan una revisión de 250 puntos. Es además la planta de reacondicionamiento más grande de Europa. Otra de las bazas de la compañía, la garantía del producto.

Alta rotación

Los turismos y furgonetas no están más de 30 o 40 días en stock, lo que supone una gran rotación. Más en estos tiempos en lod que no hay producto de segunda mano porque la falta de componentes electrónicos limitan la producción de vehículos nuevos. Pero los responsables de Clicars han reaccionado rápido y desde julio han reimpulsado la compra de vehículos a particulares, como empezaron el negocio hace cinco años. En tres meses se han triplicado las compras y les ha llevado a abrir pequeñas oficinas en Valencia, Barcelona, Sevilla y Málaga.

El perfil de las ventas de Cliars es un poco diferente al mercado de los vehículos nuevos: 66% diésel y 27% gasolina, sólo un 7% electrificados. El 93% tienen menos de cinco años