Los directivos del sector del automóvil están pendientes del Presupuesto del Gobierno central. Los fabricantes, vendedores y concesionarios quieren comprobar si les ha tocado la lotería con un nuevo plan PIVE o con incentivos fiscales para reactivar unas ventas de coches a clientes particulares que se están estancando. Pero no las tienen todas consigo. Remontar o no remontar. He ahí la cuestión con una respuesta compleja. El ritmo de las compras de los particulares en los concesionarios se ha ido frenando cada mes hasta un 2,1% en marzo descontando el efecto distorsionador del retraso de la Semana Santa este año. Esa desaceleración de las compras es consecuencia directa de las menores visitas de clientes a los concesionarios y, según dice el sector, de unos consumidores resabiados que esperan nuevas ayudas después de ocho planes PIVE.

Descuento alternativo al PIVE

Es posible que sea así por el consabido efecto psicológico y de clima del PIVE, aunque objetivamente no hay motivo para ello puesto que la ayuda había bajado a 1.500 euros por entregar un coche viejo a cambio y es posible conseguir un descuento similar o superior dentro de la oferta que hacen las marcas y los concesionarios para atraer a los compradores. Cuando hace ocho meses que el mercado funciona sin subvención por el achatarramiento de vehículos, el sector se empeña en mantenerse enchufado a los fondos públicos. Los directivos de las asociaciones de fabricantes y con concesionarios reanudaron los contactos con el Gobierno después de una larga pausa durante el periodo en funciones.

En manos de la oposición

Esperan que el Presupuesto que presenta Cristóbal Montoro incluya algún guiño a la automoción, ya sea con subvenciones o con la promesa de un cambio fiscal que no suponga aumentar la carga. Eso último ya sería mucho, según dijo Mario Armero, vicepresidente de Anfac, en el Observatorio del Vehículo de Empresa. Finalmente, el Gobierno ha optado por fusionar los planes de apoyo a vehículos ecológicos Movele, Movea y otros en una partida de 50 millones que podría dar pie a un pequeño PIVE. Pero el sector no solo ha puesto una vela a Montoro, sino también a los partidos de la oposición porque saben que la aprobación del Presupuesto depende de que alguno de esos grupos vote a favor de las cuentas o se abstenga, algo que por ahora parece difícil. Por eso algunas asociaciones apelan a la responsabilidad de la oposición para no bloquear los Presupuestos.